Uno de las principales preocupaciones que tenemos cuando realizamos una dieta es qué tipo de producto puedo comer y nos olvidamos, por completo, del cómo lo hacemos. El día a día del trabajo, el estrés de ir arriba y abajo, llegar a casa con mucha hambre nos dificulta mucho poder comer correctamente y digerir como corresponde los alimentos. Una de las claves para mejorar es comer despacio, un beneficio fundamental y saludable para nuestro organismo.
El hecho de comer despacio favorece de muchas formas muy positivas a todo nuestro cuerpo. El primer elemento a destacar es una mejora en la digestión. Comer y masticar despacio favorece a la salivación y al estómago, ya que, necesita que los alimentos sean bien masticados para que lleguen en trozos pequeños, de lo contrario, obligamos hacer un doble esfuerzo de su función. Otro punto a favor es que quedamos más saciados, hay que tener conciencia que comer despacio debe ser un placer y disfrutar de cada sabor, cada textura para una buena alimentación.
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