martes, 26 de junio de 2012

¡Mantenerse joven es posible!


Mantenerse joven y sano es posible siempre que se conozcan cuáles son los recursos naturales que ayudan a conseguirlo. La nutrícosmética o cosmética de tercera generación sienta las bases, ya que permite conocer los nutrientes que benefician al organismo necesita y que el cuerpo no puede fabricar, al tiempo que desarrolla una filosofía de vida basada en una vida ordenada, sin hábitos perniciosos y buscando aquellas cosas que nos hace felices.


 "Conseguir no envejecer es algo que se busca a lo largo de todo los tiempos", señala el presidente de la Sociedad Española de Nutrición Terapéutica y Nutricosmética, el doctor Manuel Jiménez Ucero, quien acaba de publicar 'Los secretos de la Nutricosmética' (Planeta), la primera guía de esta disciplina, que de un modo sencillo se podría definir como "la intersección entre la alimentación y el cuidado personal".


La nutricosmética basa sus productos en el estudio de las propiedades de cada alimenta; trabajando sobre esta permisa, consiste en introducir en la alimentación un conjunto de sustancias, bien porque se encuentran en algunos alimentos o bien mediante complementos nutricionales, presentados en forma de cápsulas, ampollas, 'stocks' de gel o polvo, que aportan al organismo los necesita para mantenerse joven, sano y saludable.


Los productos son obtenidos de los propios alimentos, extraídos con métodos modernos sin adulterar, para que conserven todas sus propiedades. En estos casos los beneficios se reflejan sobre todo en la piel, más hidratado y saludable; las uñas, que se ven fortalecidas, y el cabello, que está más brillante.


Aunque, usando la nutracéutica se pude conseguir también mejorar el estado general,  el equilibrio metabólico general, la salud osteoarticular y depurar la grasa en sangre. Además, existen alimentos que son protectores circulatorios y vasculares, de la piel o relajantes.


"Son un conjunto de sustancias, muchas de ellas esenciales, que el cuerpo no puede fabricar y que han de ser aportadas desde el exterior por medio de los alimentos o, en su defecto, por estos suplementos alimentarios", explica, por lo tanto no se trata de un producto "milagro" sino de aportar los nutrientes de los que carece el organismo.


Se trabaja sobre alrededor de unas 40 sustancias, entre las que se encuentran vitaminas, minerales y oligoelementos. Jiménez Ucero destaca que, de entre todos los productos, "la medalla de oro se la podría llevar el reservatrol, obtenido de las pepitas de uva, que es un gran antioxidante; medallas de plata serian las provitaminas A y vitamina E que mantienen la juventud y la belleza, que son dos grandes antioxidantes naturales, a los que se les suma la vitamina C; finalmente, la medalla bronce se encontrarían los hialurónicos que tomados habitualmente quitan las pequeñas arrugas".


Aunque para que esto ocurra es necesario ser "perseverante" para ver los primeros resultados y recordar que el uso de estos complementos deben ser mantenidos en el tiempo por el resto de la vida ya que "los factores agresivos están constantemente a nuestro alrededor".

Lo recomendable es comenzar a partir de los 30 años ya que, señala, "te anticipas a la aparición de situaciones problemáticas".  Y, dependiendo de qué se busca, en un mes pueden empezar a verse los primeros resultados, aunque "el tiempo vendrá determinado por la calidad de la piel".

Los cosméticos externos son complementarios para hidratar las capas más superficiales de la piel y atenuar las imperfecciones de forma momentánea. Pero éstos no actúan en las capas más profundas, donde se encuentran las células vivas.

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